Uno de los puntos fuertes de este año en el Festival de cine de San Sebastián fue la entrega del Premio Donostia a la actriz Jennifer Lawrence, la persona más joven en recibir el galardón. Además el premio nos regaló la presentación en España de su película "Die my love" de Lynne Ramsay que se estrena hoy 14 de noviembre en la cartelera. Una película desgarradora y contundente sobre la maternidad donde la actriz americana vuelve a brillar.
Jennifer Lawrence, pese a tener tan solo 35 años, tiene una carrera profesional envidiable con un Oscar a mejor actriz protagonista por "El lado bueno de las cosas" y tres Globos de Oro por esta misma película, por "Joy" y por "La gran estafa americana" entre otros muchos premios. Ahora añade una nueva distinción, el Premio Donostia del Festival de San Sebastián que reconoce el trabajo como actriz y productora de esta estrella internacional.
"Die my love" es su última producción donde comparte cartel con Robert Pattinson, Sissy Spacek y Nick Nolte. Está basada en el libro "Mátame amor" de la escritora argentina Ariana Harwicz y dirige Lynne Ramsay, una directora tremendamente interesante que se ha caracterizado por presentar películas incómodas, complejas y distintas. Claro ejemplo es "Tenemos que hablar de Kevin" con Tilda Swinton y "En realidad nunca estuviste aquí" con Joaquin Phoenix con el que repetirá colaboración en su próximo proyecto "Polaris".
En esta película que se estrena hoy en España, se aborda el tema de la maternidad desde su lado más complicado y personal. Jennifer Lawrence interpreta a una madre primeriza que sufre una crisis que la obliga a reencontrarse. Lo que algunos podrían considerar como brotes de locura, no es más que un proceso de descubrimiento y búsqueda que la desequilibra y le provoca sufrimiento.
Le acompaña su pareja en la ficción, el actor Robert Pattinson, un hombre que no comprende lo que está viviendo su mujer y que sufre por no saber ayudarla. Llega al punto de temer por el daño que ella misma se pueda causar y el que provoque en su bebé. La película retrata la angustia del entorno de la misma forma que plantea el sufrimiento de la protagonista. Una auténtica proeza de desarrollo de personajes.
En este sentido cabe destacar los excelentes trabajos de Jennifer Lawrence y Robert Pattinson que no sería extraño tuvieran reflejo en la temporada de premios. Son reales, contundentes y se dejan el alma en cada plano. Una exigencia mental y física que generosamente llevan a cabo con gran éxito.
En definitiva, nos encontramos ante una película impactante desde ese inicio eléctrico que nos presenta a unos personajes enamorados y felices hasta el desarrollo más destructivo. Un título muy recomendable.
Redactor: José Daniel Díaz
Fotógrafa: Mar Ríos




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