domingo, 28 de abril de 2013

El declive de Alta Films, un aviso para nuestra industria cinematográfica.


Han pasado apenas dos semanas desde que una publicación de "El País" desvelara la precaria situación de Alta Films, y por ende, de los Cines Renoir. Antes de exponer mis impresiones quise dejar pasar un tiempo, verlo desde la distancia. Ahora, con tiempo suficiente para reflexionar, lleno de tristeza, puedo sacar varias conclusiones.

La primera y fundamental es que cada vez el cine de autor tiene menos adeptos. O quizás no. Quizás lo que ocurra es que ya no disponen del capital suficiente para gastarlo en el cine, en películas pequeñas. Y enlazamos con la abusiva subida del IVA, ese 21% que está machacando sin remedio a la cultura. Hace unos días, en Málaga, el director Daniel Sánchez Arévalo opinaba que esa medida no se podría soportar mucho más tiempo y que intuía que el Gobierno se vería obligado a rebajar ese porcentaje. Que Dios le oiga.

Otra conclusión que nace de esta inesperada noticia es la fuerte caída de las inversiones de las televisiones en el cine español, fundamentalmente por parte de TVE. Escuché como anécdota que hace poco La 1 programó en un mismo día cinco películas, y absolutamente todas eran de perfil comercial americano. Es indudable que esas películas son las que más gente atraen, pero no podemos olvidar que hay mucha gente que disfruta con títulos más independientes y La 1 la pagamos todos.

La tercera pata que me viene a la cabeza es algo que comentó Enrique González Macho, el presidente de Alta Films y también presidente de la Academia de Cine: "Lo que más pena me da es que muchas películas se quedarán sin estreno en España, porque no habrá quien las distribuya". Me preocupa mucho este aspecto. No olvidemos que Alta Films ha sido el responsable de hacer llegar a nuestros cines títulos como "The Artist" ó "Los chicos del coro".  ¿Quién las traerá ahora? ¿Si queremos ir al cine la única opción será "Iron man" ó "Oblivion"? ¿No quedará nada para el retrato social, las historias mínimas, los pequeños sentimientos?

También me preocupa la desaparición de muchos Cines Renoir. Sabemos que se mantendrán los de Floridablanca en Barcelona y los de Princesa y Retiro en Madrid, pero hablamos del cierre de unas 14 salas en toda España. Un cine cerrado siempre es tristeza, decepción, la muerte de un pequeño cachito de cultura.  El cine aporta mucho a la cultura de un país y un país sin cultura, es un país de analfabetos, un pueblo un poco más fácil de engañar, un canto a la sumisión.

Dicen que entre todos lo mataron, y él solito se murió. Yo más bien diría, entre muchos lo mataron y todos lo dejamos morir. Hay crisis y afecta a todos los sectores, por supuesto. Pero, ¿de qué hablaremos cuando nos juntemos los amigos? Seguramente de fútbol, porque de cine... cada vez menos.

José Daniel Díaz

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