miércoles, 6 de diciembre de 2017

Crítica: "Matar a Dios"

En el marco del pasado Festival de cine de Sitges, se presentó a concurso "Matar a Dios" de Caye Casas ("Lo siento cariño", "RIP") y Albert Pintó ("Lo siento cariño", "RIP"), primer largometraje juntos a pesar del sinfín de colaboraciones que han tenido. La película se alzó con el Gran premio del público en la sección oficial de largometrajes debido a la buena acogida que tuvo en el festival.

"Matar a Dios" nos cuenta cómo Carlos (Eduardo Antuña) y su mujer Ana (Itziar Castro) deciden invitar al padre (Boris Ruiz) y al hermano (David Pareja) de Carlos a pasar la noche de fin de año en una casa rural aislada en el bosque. A mitad de cena se presenta un personaje (Emilio Gavira), diciendo ser Dios y proponiéndoles una importante tarea en la que las decisiones que tomen trascenderán seriamente el futuro de la Humanidad.

Una ácida comedia negra que deja momentos muy entretenidos. A priori podría parecer que la trama principal será una dura crítica a la Iglesia pero, aunque la hay sin ser tan agresiva como se preveía, los temas centrales son la familia, las relaciones y los rencores que florecen entre ellos.


A pesar del limitado presupuesto que tiene la película, los directores se atreven a añadir escenas gore muy bien traídas que, al ser simples pinceladas, no cargan excesivamente el guión de la película.

Aunque la premisa de la que parte podría haber explotado mucho el componente fantástico que conlleva, los directores dejan de lado este aspecto para potenciar la grandeza de sus actores que en un comedor consiguen crear un ambiente muy agradable en esta comedia gamberra y atrevida. 

La verdad es que nos sorprendió gratamente, y es que el tema da que hablar. Dios dará guerra este año.

Mi puntuación: 6/10

David Sanmartí
@ddsanmarti

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